Recientemente, la expresión home office se ha convertido en el cotilleo de varios países debido a la crisis sanitaria. Muchas personas han tenido que cambiar su modalidad por el teletrabajo, pues la pandemia no les ha dejado otra opción.
Sin embargo, el desconocimiento de las leyes y de los beneficios de esta forma de trabajo, es un grave problema. Algunos se aprovechan de que no se exige la presencia en la empresa, y no remuneran los servicios igualitariamente.
El teletrabajo, se ha convertido en una forma práctica de ganarse la vida, y para las compañías representa mayor ahorro. Se ha incentivado este método con la intención de normalizarlo pues es probable que siga utilizándose en el futuro. Debe dársele la atención apropiada a corto y a largo plazo porque será un elemento relevante aún después del covid.
Se puede decir que la crisis sanitaria del covid 19 es el factor más influyente al respecto. Es el responsable de que la mayoría trabaje desde casa, muchos perdieron su empleo desde el inicio de la pandemia. Cuando los afectados por el coronavirus se reducen, aumenta la asistencia presencial de los trabajadores en las empresas.
Cuando hay rebrotes de contagio, las personas se ven obligadas a cumplir su jornada de trabajo desde el domicilio. Cómo mínimo 8 horas laborales son ejercidas desde una oficina improvisada, en un dormitorio o en la sala de estar.
¿Qué puertas abre el Teletrabajo?
Iniciando desde las actividades más cotidianas, ahorra el tiempo y el estrés invertido en el traslado y transporte. Menos tráfico, menos atascos en medio de la vía, y menos compras de comida rápida en horas pico. En Alemania una encuesta reciente reveló que el 75,4% de los trabajadores estaba dispuesto a ejecutar sus labores desde casa.
Más del 58% asegura que prefieren esta modalidad y que no tendrían inconveniente en establecerla de forma predeterminada. El porcentaje de personas satisfechas se ha elevado y al menos 9 de cada 10 lo han escogido.
Las empresas también han sido favorecidas. Por ejemplo, tienen nuevas ideas para el diseño de sus plantas. Con la reducción presencial del personal, se han podido evaluar mejoras para administrar bien los espacios y optimizar el rendimiento. Un jefe analítico piensa detenidamente en factores como los horarios, los costos y en la capacitación de su empleado.
El teletrabajo representa un nuevo cambio en la cultura corporativa y en los ideales que se habían conservado por años. Brinda la oportunidad de desarrollar liderazgo y basar el éxito en los resultados, no en la estancia en la oficina sino en el rendimiento del equipo.
¿Qué impacto tiene en la economía?
Se han dedicado millones de euros a alquileres y mobiliario de oficina desde la aparición del covid-19. Existe una caída de casi el 20% en términos interanuales en relación con el costo que se deriva del teletrabajo. Ciertas compañías importantes, han alzado su voz con la intención de reducir gastos innecesarios en los inmuebles adquiridos.
Uno de los mayores bancos del mundo por activos, el Deutsche Bank se ha pronunciado también con una propuesta. Christian Sewing, un delegado, explicó que se desea llegar a un convenio con su personal y establecerlo. Este implica que se estudien cosas como el tiempo que desean trabajar desde casa en volumen de horas totales.
La evaluación de estos términos tiene como objetivo ahorrar sustancialmente los euros gastados en los trabajadores y herramientas que utilizan. En algunos casos, la compra de los equipos disminuye y la inversión en oficinas se desploma hasta en un 45%.
En cuanto a los trabajadores, trabajar desde su domicilio supone un desgravo de un fijo de cinco euros por día. En un periodo oscilante a los 5 meses, en suma, el teletrabajo garantiza unos 600 euros anualmente.
Por el momento todavía se están normalizando las leyes relacionadas con el home office, entre empleador y empleado. Se espera llegar a un acuerdo en el futuro permita normalizar el derecho al trabajo remoto.
Opiniones diversas
Aunque más y más personas se unen a la iniciativa de implementar los beneficios del teletrabajo, otras se oponen. En lugar de fomentarlo, insisten a los trabajadores para que paguen un impuesto extra si van a trabajar desde casa. Esta diferencia de opinión ha sido causa de polémica, entre quienes se esfuerzan por cumplir su horario de manera concienzuda.
Una razón importante es que, las personas no han escogido esta modalidad por comodidad o placer sino por necesidad. Los empleados trabajan desde su domicilio porque las circunstancias les obligan a hacerlo y se esfuerzan igual de duro.
Independientemente de las razones, se ha propuesto la reducción del salario para aquellos que trabajan a distancia. Disminuir el 5% de su sueldo tiene la intención de cubrir un tributo que se utilizará para otros fines.
Uno de los responsables de esta idea es Luke Templeman, quien señala que este cambio es imprescindible. Asume que es una forma de mostrar consideración por aquellos que debido al coronavirus perdieron toda esperanza de empleo.
Además, con la suma de los recortes se puede completar la remuneración de los que trabajan esporádicamente. Según este análisis, esta exigencia es poca y por ello no afectará al personal ni lo perjudicara económicamente.
Esta cantidad de dinero es similar al que es utilizado en el transporte, la comida y la lavandería. Por lo tanto, dado que no va a desplazarse al lugar de trabajo, son recursos que no gastará.
Si se pone en marcha la propuesta, es posible recaudar unos 15.900 millones de euros al año. Con el dinero puede ayudarse a los más desfavorecidos, aunque posiblemente eso sea una utopía.